¿Qué es un PPA?

Contexto: ¿Cómo funciona el mercado eléctrico?

La energía eléctrica que se produce en cada país suele venderse a través de mercados regulados. En estos mercados denominados “mayoristas” se producen operaciones sobre grandes volúmenes de electricidad en las que intervienen distintos agentes tales como generadores de electricidad, comercializadoras y algunos grandes consumidores. 

En el mercado eléctrico mayorista, los generadores de energía realizan diariamente ofertas de venta de su electricidad. Estas ofertas se cruzan con las demanda realizada por compradores. Al precio resultante de ese cruce de oferta y demanda se le llama precio “spot” o precio del mercado, que es un precio fluctuante y a veces volátil.

Los contratos PPA

Un PPA es un contrato de compraventa de electricidad entre un generador y un comprador de electricidad a un precio acordado y por un plazo determinado (normalmente a largo plazo desde alrededor de 10 años). Se le llama así por las siglas en inglés de contrato de compraventa de energía o Power Purchase Agreement.

Al fijar un precio contractual a largo plazo, los PPAs minimizan la exposición de las partes a la volatilidad del mercado eléctrico: el generador sabe de antemano lo que cobrará por la energía producida y el comprador tendrá certeza de lo que pagará por esa electricidad durante toda la vigencia del PPA.

Partes bajo un contrato PPA

Mientras que los vendedores son generalmente los propietarios de las plantas de generación eléctrica, los compradores bajo contratos PPAs suelen ser: 

  • Empresas: existen empresas con grandes consumos eléctricos o enfocadas en prácticas de negocio sostenibles que desean reducir su huella de carbono buscando un retorno financiero a estas iniciativas verdes. Este tipo de empresas adquieren electricidad directamente de proyectos de generación renovable, optimizando costes energéticos a largo plazo y alcanzando sus metas de sostenibilidad medioambiental.
  • Comercializadoras: que adquieren energía bajo contratos PPAs (además del propio mercado) para poder atender las demandas de sus clientes

La parte compradora bajo un contrato PPA suele denominarse “Offtaker”.

PPA físico

Al margen de los proyectos de autoconsumo, donde la planta de generación y el punto de suministro eléctrico se encuentran en el mismo sitio y la conexión se hace de forma física sin pasar por la red eléctrica, existen PPAs en los que la planta de generación se puede encontrar a cientos de kilómetros de distancia del centro de consumo. En estos casos, la electricidad producida por el generador es entregada físicamente en un punto de entrega específico de la red y por otro lado, el comprador adquiere dicha energía (o los derechos sobre la misma) por medio de su comercializadora o agente representante habitual en el mercado eléctrico. 

Bajo este esquema de PPA es necesario que el comprador contrate a una comercializadora o agente representante en el mercado que adquiera los derechos de la electricidad generada por el proyecto para luego transmitirla al consumidor al precio acordado.

El precio a pagar por la electricidad por el Offtaker será el precio pactado bajo el PPA, más los costes de conexión y distribución y los honorarios de la comercializadora.

PPA financiero

También llamado sintético o virtual. Este tipo de contrato funciona como un contrato de cobertura financiera sin entrega física de electricidad.

En este esquema, el generador vende su energía en el mercado abierto al precio spot correspondiente. Por su parte, el comprador sigue adquiriendo su electricidad de su comercializadora de forma habitual.

Bajo un PPA Financiero, las partes acuerdan un volumen de electricidad (por ejemplo, en MWh anuales), el precio a aplicar a ese volumen de electricidad, el plazo del contrato (por ejemplo, 10 años) y un índice o precio de referencia del mercado eléctrico, de tal forma que

(i) Cuando el precio de referencia del mercado es superior al precio del PPA, se entiende que el generador está cobrando en exceso del mercado y deberá abonar la diferencia al comprador. 

(ii) Por el contrario, si el precio de referencia es inferior al precio del PPA, se entiende que el comprador está pagando de menos y deberá abonar la diferencia al generador. 

Además, el generador suele transmitir al comprador las garantías de origen que acreditan que su consumo vinculado al PPA proviene de fuentes de generación renovable. 

Dada su flexibilidad, este tipo de contratos son los que se utilizan de forma más habitual y son los preferidos por algunas multinacionales. En virtud del mecanismo de compensación arriba indicado, a este tipo de PPA Financiero se le suele llamar Contrato-por-Diferencias (o CfD por sus siglas en inglés).

Estructura subyacente de PPAs

Los PPAs determinan la distribución de riesgos entre sus partes (es decir, entre el Proyecto de Generación y el Offtaker). Algunos de los principales riesgos a ser tomados en cuenta en un PPA son los siguientes:

  • Riesgo Volumen: el volumen de energía estimado para un proyecto de generación renovable y acordado para un PPA se basa en información técnica y meteorológica de largo plazo. Las principales opciones de estructuras para determinar la distribución de este riesgo por las partes bajo un PPA son las siguientes:
    • Paga lo Producido (pay as produced), en donde el comprador se compromete a adquirir toda la producción de la planta de generación (y por tanto asume el riesgo de producción) y
    • Volumen fijo (carga base o baseload): en donde las partes acuerdan el volumen de electricidad a transmitir en cada periodo (anual, semestral, etc) de forma que el generador asume el riesgo de cumplir con la producción pactada y en su caso, de entregar las garantías de origen correspondientes.
  • Riesgo Perfil: El riesgo perfil se deriva de la propia naturaleza variable de la fuente renovable de un proyecto de generación (por ejemplo, no existe radiación solar durante las 24 horas de un día). Este riesgo viene determinado tanto por la tecnología del proyecto de generación (por ejemplo, solar, eólico, etc) como del recurso renovable (nivel de radiación solar o de viento) que en gran parte se deriva de la localización de los proyectos. Este riesgo suele cubrirse y distribuirse entre las partes con las propias estructuras de los PPAs.
  • Riesgo Contraparte: El riesgo contraparte se refiere al riesgo crediticio de ambas partes del PPA de posibles situaciones de incumplimiento de sus obligaciones contractuales (por ejemplo, obligaciones de pago bajo un PPA financiero). Es por ende importante validar una mínima calidad crediticia de las contrapartes de un PPA que mitiguen posibles riesgos de incumplimiento. Igualmente, este riesgo se cubre mediante las estructuras y garantías establecidas en los PPAs.
  • Riesgo Fijación de Precio: Actualmente, la negociación y cierre de un PPA suele ser un proceso complejo, costoso y largo (por ejemplo, entre 9 y hasta 18 meses en algunos casos). Durante dicho plazo, es posible observar variación en los precios de mercado de la electricidad que trae consigo más complejidad para el posible cierre de estos contratos. Por ende, es importante facilitar y disminuir los plazos de negociación y cierre de PPAs.

Los PPAs facilitan la financiación de nuevos proyectos renovables

Las entidades que financian la construcción de las plantas de generación no suelen aceptar que el proyecto tenga unos ingresos volátiles, como los que se obtienen del mercado eléctrico. Por el contrario, dichas entidades financieras necesitan asegurarse de que el proyecto de generación tenga flujos de ingresos estables de contrapartes solventes, que le permitan a su vez repagar los préstamos otorgados para la construcción de los proyectos de generación renovable.  

Los PPAs ofrecen esa estabilidad de flujos de ingresos y, por tanto, resultan necesarios para dar viabilidad a muchos proyectos de generación renovable.

Desde Sanza analizamos la idoneidad tanto de los compradores como de los proyectos de generación que operan en nuestra plataforma y ofrecemos instrumentos que fortalecen el perfil de solvencia de las partes. De esta forma cumplimos nuestros objetivos de democratizar el acceso a energía renovable más competitiva y de contribuir a una transición energética hacia la sostenibilidad.

 

Implicaciones contables de PPAs

Para las empresas consumidoras, un contrato PPA puede asimilarse de forma simplificada a un mero acuerdo de suministro a largo plazo, contabilizándose como un simple gasto por la energía consumida con base al precio acordado durante el periodo del consumo incurrido.

Sin embargo, dependiendo de su tipología y estructura, algunos  PPAs han de contabilizarse como  derivados financieros y se deben registrar a valor razonable en cada cierre contable, con todo lo que ello supone (necesidad de valoración, desglose anual en cuentas anuales, etc). 

Por otra parte, existen supuestos  en los que  la empresa consumidora tiene que registrar en su balance un activo correspondiente a la planta energética que le proporciona el suministro o un derecho de uso sobre la misma.

Por ello,  se recomienda un previo  análisis de la operación para identificar los posibles efectos contables a corto, medio y largo plazo que implica la decisión de suscribir un contrato PPA de larga duración para las empresas consumidoras.

 

Gestión de contratos PPAs

Los PPA son contratos que requieren de una gestión activa por ambas partes que permita dar seguimiento al valor del contrato PPA y definir estrategias de gestión del propio contrato durante la vida del mismo. Dicha gestión activa permitirá proteger el valor del PPA ante posibles escenarios de volatilidad de precios en el mercado spot. 

Una gestión activa de PPAs incluye llevar a cabo valoraciones de mercado periódicas del contrato PPA acorde a la variación de precios del mercado spot (denominado en inglés como mark-to-market). 

 

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